Una cuestión de arranque: Es un sitio en Flash, contraviniendo todo el desarrollo de los sitios webs en la actualidad, donde el usuario necesita estar en contacto con la información lo más rápido posible. Debería haber dos cosas: Una sección de novedades (exacto, porque ¿qué cosa? ¿acaso no encuentran nuevas cosas cada semana?), y básico, una opción para los que no queremos una versión flash. En un país donde aún hay miles de computadoras con conexiones lentas a internet es un descaro obligar a esperar que el contador llegue a 100% para poder ver la información. Hay gente que no comprende que un sitio web no es una animación multimedia. Para eso mejor que repartan CD’s con sus animaciones Flash.
Ahora entrando a la información. Hay algo que no entiendo aún sobre los proyectos sobre el arcaico tardío en la costa norcentral. No tenemos todavía un panorama del proceso de crecimiento de los asentamientos ni de las condiciones sociales y naturales previas al llamado origen de la civilización. Es decir, ¿por qué en dicha zona y no en otros lados? ¿Cómo y por qué crecieron tanto los asentamientos? ¿Efectivamente existió una ideología dominante en Caral, para hablar de Estado? ¿Cómo se legitimó la ideología? ¿La legitimación fue previa a la consolidación de los grupos dominantes?¿Quiénes conformaban dichos grupos? ¿Cuáles eran sus características? Si tal Estado hubiera existido, ¿por qué desapareció? ¿Por qué declinó? Eso nos lleva, siguiendo los argumentos del PEACS a preguntarles ¿Por qué desapareció la civilización en Caral? No tenemos desarrollos urbanos fuertes en la región para períodos más cercanos. ¿Cómo se correlaciona el crecimiento de Caral con el de los otros asentamientos coetáneos en el mismo valle? ¿Hablamos de formaciones urbanas estatales tempranas que coexistieron? ¿No había competencia entre ellas? ¿Cuáles eran los marcadores entre el territorio cuyo dominio lo representaba posiblemente uno de estos edificios de caracter religioso?
Hay un problema también fuerte. La información que tienen va dirigida al público amplio. Sin desmerecerlo, sería importante que publiquen los informes de las temporadas anuales para la comunidad arqueológica. No se pide por el momento que publiquen sus bases de datos como lo hace el proyecto Çatal Höyük, pero sí información más dura que pueda ser discutida en la arqueología.
Comparando ambas páginas, también deberían ofrecer TODA la bibliografía existente sobre las investigaciones en el valle de Supe y no solamente la del proyecto Caral. Es decir, deberían ser ayuda para el investigador y no solamente ser un muestrario multimedia de lo que hacen. Sugiero revisar la presentación de la bibliografía del Proyecto Çatal Höyük nuevamente para que vean que no es necesaria tanta parafernalia ni pomposidad para hacer algo bueno.
Prontamente haré una reseña sobre el proyecto Çatal Höyük.
El sitio web del Proyecto Especial Arqueológico Caral – Supe (PEACS)
Publicado en General
PIRATAS CON LICENCIA DEL INC
Jonathan Haas y Winifred Creamer, con el apoyo de 6 Fundaciones y dinero del Congreso norteamericano, se autopromocionan en Estados Unidos como los descubridores de Caral … y después le echan la culpa a los periodistas. El INC guarda silencio en mil idiomas.
Una flagrante muestra de piratería intelectual habrían protagonizado los esposos norteamericanos Jonathan Haas, empleado del Field Museum de Chicago y Winifred Creamer, profesora de la Universidad Northern, de Illinois, quienes han venido autopromocionándose en la prensa de su país como los descubridores de Caral, la ciudad más antigua de América.
Aún no se conoce ninguna reacción de las autoridades peruanas, específicamente del Instituto Nacional de Cultura y del Ministerio de Educación, no obstante que éstas conocen perfectamente que la pareja recién conoció Caral el año 2,000, cuando arribó al Perú en viaje de turismo.
A partir de un artículo que Haas y Creamer escribieron en el año 2,001 con Ruth Shady para la revista Science, con motivo de dar a conocer los fechados radiocarbónicos que ellos y otros colegas de Shady ayudaron a financiar en laboratorios de Estados Unidos y Alemania, los norteamericanos se autopostulan como descubridores del desarrollo temprano de sociedades en el “Norte Chico del Perú”, mentira que sustentaron primero en las instituciones donde aquellos trabajan y luego han repetido en las revistas “Nature” y “American Way”; así como en el diario “Washington Post”, el 23 de diciembre último, a pocos días que las Fundaciones americanas decidan la renovación y la ampliación de los presupuestos para investigación.
La apropiación ilícita de los bienes intelectuales de los peruanos cometida por la pareja de norteamericanos es tan flagrante que, la distinguida arqueóloga estadounidense Betty Meggers califica el daño de sus compatriotas como “conducta no ética”.
Lamentablemente, Haas y Creamer tienen la complacencia –por decir lo menos- de Luis Guillermo Lumbreras, director general del Instituto Nacional de Cultura y de su “Comisión Técnica de Arqueología”, instituciones que desde el año 2,002 vienen concediendo y renovando licencias para que aquéllos realicen exploraciones arqueológicas en los valles contiguos a Caral, -Pativilca, Fortaleza y Huaura- a fin de investigar lo mismo que viene haciendo Ruth Shady Solís y el Proyecto Especial Arqueológico Caral-Supe, desde 1,994.
No obstante, corresponde también al ministro del sector, Javier Sota Nadal, ponerse los pantalones y defender la investigación de los peruanos. Ambos, el director del INC y el Ministro de Educación, políticamente son aves de paso, pero quedará en la memoria colectiva que defendieron los intereses nacionales o se doblegaron frente a un par de norteamericanos que han plagiado la investigación de profesionales peruanos.
La doctora Shady y un equipo de arqueólogos investigan desde hace una década el valle de Supe, donde existen 17 asentamientos, entre ellos, Pueblo Nuevo, Miraya, Era de Pando, Lurihuasi, Allpacoto, Peñico, El Molino, Piedra Parada, Áspero, Chupacigarro, Huacache, Cerro Blanco, Cerro Colorado, Jaiva, Pando, Limán y Capilla, los cuales tenían un sistema socioeconómico y político de integración y una arquitectura monumental –entre ellos, plaza circular hundida y terrazas- parecidas a las de Caral, cuya influencia llegó a la sierra y a la ceja de selva del área Norcentral.
Shady y su equipo han publicado 32 trabajos con los resultados de sus investigaciones, los cuales han sido tomados por Haas y Creamer para decir lo mismo, sin citar las fuentes primigenias y sin rubor alguno. Eso, en cualquier parte del mundo, se llama piratería.
Ese prurito de sentirse inferior “ante arqueólogos blancos y de ojos azules” lleva a los funcionarios del INC a temblar cuando tienen que tomar la decisión de suspenderles las licencias por infracción a la ética, pues saben perfectamente de las andanzas de Hass y Creamer, quienes con su versión falsa de ser los descubridores de Caral, han sorprendido al Congreso norteamericano.
El National Science Foundation ha presentado un documento ante el Congreso de EE.UU incluyendo como argumento “el apoyo económico que viene dando a la investigación sobre los orígenes de la civilización a cargo de Winifred Creamer y Jonathan Haas que han descubierto una sociedad compleja en la costa del Perú, que predata a otras formas de civilización en el Hemisferio Occidental” y se menciona a la ciudad de Caral como la más antigua del mundo.
El desarrollo urbano de Caral –descubierto por Shady- se remonta a 3,000 y 1,800 años antes de Cristo, en el periodo del Arcaico Tardío.
Chavín –descubierto por Tello- se desarrolló 1,000 años antes de Cristo.
Y los Incas alcanzaron el esplendor 1,440 años después de Cristo.
Hass y Creamer no han trabajado nunca en Caral y tampoco ellos o sus instituciones han entregado un dólar al Proyecto Caral.
Eso sí se han desvivido por cavar zanjas por aquí y por allá, buscando objetos que les permitan obtener fechados más antiguos que Caral, cosa que no lo han conseguido.
La dupla persigue dos objetivos:
1.- Llenarse los bolsillos con los fondos de: Field Museum de Chicago, Northern Illinois University , National Science Foundation, National Geographic Society, The Center for Latino and Latino American Studies y The California Community. Aquí se mueve mucho dinero y el Perú no tiene ningún control sobre tales fondos. Haas ya adquirió una casa para su beneficio personal en Barranca.
2.- Apropiarse del conocimiento acumulado por Ruth Shady Solís y el Proyecto Arqueológico Caral con sus revolucionarias implicancias para la teoría de la evolución de las sociedades complejas en el mundo
Nota aparte, es necesario hacer hincapié sobre un hecho singular no esclarecido. El año 2,002 –cuando ya el país se había pacificado- la doctora Shady fue víctima de un atentado criminal que estuvo a punto de quitarle la vida. Los probablemente sicarios –nadie sabe contratados por quién- dispararon contra ella cuando viajaba hacia Caral, habiéndola herido en el pecho y a su chofer en la pierna. No obstante lograron salvarse, gracias a las arriesgadas maniobras del chofer. ¿Cuáles son las razones por las que la investigación quedó paralizada, aún cuando la policía capturó a uno de los asaltantes?.
NOTA FINAL: Al cierre llegó una extensa nota de Jonathan Haas y Winifred Creamer que dice “La Dra.Shady merece todo el crédito por la totalidad del trabajo realizado en Caral. Nosotros no hemos pedido ni merecemos ninguna responsabilidad por el trabajo hecho en Caral”.
Luego echan la culpa a los periodistas por lo acontecido. No obstante dicen que “ tiene 95 fechados radiocarbónicos de 13 sitios que no habían sido examinados” -y bien, podrían tener 995, lo que no cambia la historia sustentada por la doctora Shady-. Finalmente descubren sus intenciones: “Nuestra inmediata contribución a la arqueología del Norte Chico es dar una sólida cronología para la ocupación del Arcaico Tardío de la región y colocar esta ocupación en un amplio contexto cronológico, regional y global”. Esa “sólida cronología” Haas y Creamer lo pueden encontrar en el libro de Shady :“ La Ciudad Sagrada de Caral-Supe. Los orígenes de la civilización andina y la formación del Estado Prístino en el Antiguo Perú.
Por JULIAN CORTEZ SANCHEZ
mailto:[email protected]
Publicado Martes, Febrero 8, 2005
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Por lo pronto tengo algunas preocupaciones sobre cómo se ha llevado la discusión sobre el «descubrimiento» de Caral y el «origen de la civilización andina» en la costa norcentral. Preocupación que se centra en la falta de políticas sobre la propiedad intelectual en la arqueología peruana. Me detendré sobre este tema en otro artículo en archaeomorsa proximamente, pero pasa por liberar el acceso a la información de los proyectos arqueológicos. En el anterior «Reglamento de investigaciones arqueológicas», los proyectos tenían una moratoria de 5 años.
Otro tema es con respecto a la participación de arqueólogos extranjeros. Debemos evitar la personalización y más bien apuntar a una política amplia que no tenga nombres y apellidos.
Ojo que el PEACS no hace públicos (hacia la comunidad científica) sus hallazgos y tenemos que recurrir peruanamente a las redes de amigos y conocidos que participan en dicho proyecto para enterarnos de las cosas. Justamente a eso apela mi artículo sobre el PEACS y las preguntas que lanzo al ciberespacio.
Seguiremos discutiendo esto.
Saludos.
Sobre la desinformación de los proyectos
Al parecer tanto el Proyecto Caral como el Proyecto Panc han entrado en una constante lucha de intereses por investigar la costa “Nor-Central o el Norte Chico”, antes discutir lo escrito por el Sr. Julián Cortez Sanchez sobre “Piratería Intelectual” y tantas cosas mas, porque los 2 proyectos (o en este caso los dos directores) aclaran lo acontecido en el año 2001 ¿Qué paso realmente entre estos investigadores? ¿Por qué no se aclaran las cosas? ¿Por qué no trabajan realmente por la Arqueología? Pareciera que el PEACS se estaría centrando más en atacar a Haas y Creamer antes que dar resultados de su investigación ¿o es que están ocultado algo? ¿o realmente no tienen nada que informar a la sociedad científica? ¿o será su forma de captar fondos? Espero que no!….. Antes de seguir con el “debate” Shady-Haas le pediría publicar una información clara e imparcial sobre este tema tan delicado de la Arqueología Peruana.
Muchas Gracias
Como editor de este sitio web tengo que aclarar algo: para las próximas veces no se van a aceptar insultos tipo «pirata», «mentiroso», etc.
Hay un conjunto de problemas derivados del conato entre proyectos, como es la adjudicación de las cuencas adyacentes a la de Supe a la Dra. Ruth Shady, las constantes confusiones en la prensa norteamericana, etc. Eso escapa al tema que plantee: el origen de la civilización en la costa norcentral.
Si empezáramos a dejar de buscar descubridores y fuéramos a los hallazgos en sí, quizá podríamos madurar un poco como comunidad académica.
Ambos proyectos deben aclarar muchas. El PAN debe aclarar por qué se atribuye lo que no les corresponde. Pedirles que sean caballeros es como pedirles peras al olmo ya que los gringos creen que pueden hacer lo que se les venga en gana aquí en el Perú. Le digo a la gente que se consiga las páginas de internet del año 2001 para que vean cómo esos gringos decían que habían trabajado en Caral, y donde además de otras mentiras sólo se referían a los arqueólogos de esa época como ayudantes. El PEACS, por otro lado, debe aclarar por qué renunciaron 10 arqueólogos en mayo del 2004. La genete debería preguntarle a ellos, aunque creo que no dirán nada, ya que no lo han hecho hasta ahora. Ellos sí se han portado como caballeros y no el PEACS que hasta ahora sostiene que son traidores (lean el artículo de El Comercio).
¿No debería el Colegio de Arqueólogos intervenir en estos líos? ¿No hay un comité de ética que investigue lo que está pasando en la costa norcentral? Obviamente, un comité neutral.
Morsa, qué ingenuo que eres. Aunque creo que lo que has dicho es más por cortesía. El Colegio no puede con sus pleitos internos y pides que resuelva este tipo de problemas. Deberías de leer la resolución que sacó con respecto a este tema, la cual es el reflejo de la limitada capacidad de los que lo dirigen (y de todos sus miebros también porque no se interesan en su institución). Pides un comité de ética, qué gracioso. Conformado por quién, ¿por ellos?¿Por sus conocidos?. Existen serias críticas en el manejo económico del colegio y pides un comité de ética. La gente que renunció también debe aclarar por qué lo hizo. Pero lamentablemente, no lo hace y eso es avalar lo que se está haciendo mal.
Quisiera aclarar que el amigo se ha equivocado al referirse a El Comercio, es en La República del domingo 2 de octubre del 2005 donde llaman traidores a los arqueólogos que trabajaron mucho tiempo en Caral (la Dra. misma lo dice). Lamento esas expresiones pero creo que debería aclararse esto. Nadie es loco (menos 10 arqueólogos) para renunciar en un mismo día.
Es terrible que ahora pedir lo justo sea ingenuo. Y sí estoy enterado de los líos en el Colegio de Arqueólogos. El problema es que estamos mirando cómo ocurren estos problemas y no hacemos ni decimos públicamente nada. Deberíamos estar hartos de las conversas de chingana y más bien comenzar a decir las cosas en alto. ¿Ingenuo pedir una comisión de investigación? ¿Entonces qué? Propuestas. No se escucha padre.
He borrado los dos últimos posts. Como dije en un momento, no se permitirán insultos ni nada por el estilo. Gracias.