deberían darme el título de pitoniso. aunque viendo como funcionan las cosas en nuestro país, era algo más o menos obvio y predecible.
leo la noticia en ojo:
«…la popular Lady B recibió una propuesta de los ejecutivos de la televisora de Santa Beatriz [panamericana] para que conduzca un espacio apto para toda la familia.» (ver noticia completa).
el círculo se cierra
foto de lady bardales, ex escolta de alejandro toledo (foto: ojo).
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El Lady-video resultó falso
Todos los noticieros patinaron al difundir el Lady-video y se dieron cuenta esa misma noche, aunque ya demasiado tarde (en el programa de Beto), de que el video era «trucho». No era lo que se pensaba que era. No era la pieza clave con la que se constataba la «conchaza» de Lady Bardales de estarse botando mientras la justicia la estaba buscando (me consta que así lo decían). El bailecito y el chapecito habían ocurrido, pero hace meses, cuando Lady era aún una Lady (para la justicia, al menos).
¿Y quién estaba atrás de esto? Pues, la basura que es un sub-producto de los indeseables Damián y el Toyo, quienes se han hecho famosos por hacer de la verdad una mierda.
Esta basura, que responden a los nombres de Antonio Prado y Oswaldo Arteaga Alfaro, le sustrajeron (o sea, ROBARON), según la versión «creíble» (resulta una paradoja monumental hablar de credibilidad cuando se trata de Damián Ode, el dueño de la peña «Del Carajo», esa que está al lado de la peña «Conchesumadre»), dicho video, de uno de los cajones de su escritorio.
Y los noticieros, por alguna casualidad, ¿corrigieron su error? ¿Se disculparon con Lady por haberle dicho de todo? ¿Se mostraron, acaso, compungidos y con vergüenza por haber soltado un «Sin confirmar» tamaño gigante? Nelson que Verga.
La prensa, que Poggi demostró se le puede manejar a gusto de uno, una vez más se puso en evidencia.
A la pregunta, en la próxima encuesta: «¿Cree Ud. en la prensa?», no se sorprendan –a la prensa le digo– si sacan un tremendo cero, así «0», cero por ciento de credibilidad. Periodistas muertos de hambre (a quien corresponda). Aquí hay un delito de difamación agravada y falsedad genérica al que deben reponder tanto la prensa implicada como la basura mediática encabezada por Damián Ode y compañía.