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uchuraccay como espejo de la violencia política

si hay un tema que puede sintetizar buena parte del infierno que fue la violencia política en los andes centrales, fue la tragedia del pueblo de uchuraccay. además de la muerte de los 8 periodistas y dos campesinos el 26 de enero de 1983. porque, más allá de la publicitada muerte del 26 de enero, la tragedia comenzó antes y prosiguió mucho después.

sí, uchuraccay como síntesis del pandemonio. reconstruyamos parte de la historia, a partir del informe final de la comisión de la verdad.

contexto previo

– establecimiento parcial de sendero luminoso en uchuraccay en mayo de 1982.
– enfrentamiento entre las autoridades tradicionales de uchuraccay y miembros de sendero luminoso. expulsión de las «autoridades senderistas»
– ataque senderista y asesinato de alejandro huaman, presidente de la comunidad, y de venancio auccatoma. asesinato ejemplificador de otras autoridades en la zona.
– 21 de enero de 1983, asesinato de siete miembros de sendero luminoso, realizado por alianza de comuneros de uchuraccay, huanchao y macabamba.
– primero el general noel y luego el presidente belaúnde aplauden la acción de los campesinos (diario el comercio, 24 de enero de 1983). el general envía alimentos por helicóptero para apoyar a los campesinos. una patrulla de 15 sinchis que pernocta en uchuraccay les dice: «nosotros no vendremos por tierra, sólo en helicóptero. Y si algún desconocido viene por tierra, lo matan.» (testimonio repetido varias veces, a la llamada comisión vargas llosa, a los jueces que vieron el caso y a la comisión de la verdad y reconciliación)

en ese contexto de guerra abierta entre comuneros y sendero luminoso, y esperando los primeros la venganza de sendero, es que varios periodistas fueron a la zona. ¿comuneros enfrentados a sendero luminoso? imposible, dijo la prensa de izquierda. eso no puede ocurrir.

el 26 de enero de 1983

es así que llega el día 26 de enero. en esa mañana, ya había sido detenido un joven comunero por presunto senderista y obligado a partir y no regresar con sus «compinches». los periodistas por su lado, se dirigían a uchuraccay con el guía juan argumedo. mientras tanto, las autoridades comunales en uchuraccay evaluaban la represalia senderista.

en eso llega la comitiva de prensa. «vienen los senderistas», dijeron los uchuraccaínos. enfrentados, no hubo diálogo, no porque no se pudiera (habían quechuahablantes entre los periodistas y dos hispanohablantes entre los campesinos), sino porque toda idea de una conversación en ese contexto y en ese momento era ya imposible. luego vino la masacre de los 8 periodistas, del guía y de severino húascar, acusado de colaborar con sendero luminoso y apoyar a los forasteros.

aftermath y masacre en uchuraccay

los días posteriores llevaron a la investigación y a la conformación de un equipo interdisciplinario, para «entender» qué había pasado en ese pueblo tan alejado del mundo y de dios. el escritor mario vargas llosa dirigía la comitiva. en las reuniones, los campesinos pidieron todo el tiempo apoyo en términos de seguridad. no pedían otra cosa que protección, la cual nunca llegó.

siguieron tres ataques senderistas, en las fiestas del corpus christi, de la virgen del carmen y la navidad. murieron 48 campesinos en esas tres masacres. luego llegaron los ataques de las fuerzas armadas y de las rondas campesinas. los que huyeron fueron perseguidos por sendero luminoso y asesinados. en total, 135 muertos en un centro poblado de 470 habitantes.

mientras tanto, en lima, se mantuvo la figura de que a los periodistas los mataron las fuerzas armadas porque fueron testigos de «algo que no podían contar». la figura del buen salvaje cayó sobre los uchuraccaínos, ya que era imposible que comuneros andinos, por propia voluntad asesinen a periodistas foráneos. «debieron estar manipulados», dijeron los familiares de los periodistas y buena parte de la prensa de izquierda. la derecha buscó repetir la intepretación del peruano aislado, quechuahablante, arcaico del «informe uchuraccay». la tesis del estado ausente y por lo tanto desconocido para los uchuraccaínos. tesis que se cae cuando se reconstruyen los hechos y se observa cómo la población de uchuraccay se desplaza en varios momentos previos a la comisaría de la guardia civil a pedir protección. de igual modo, la población contaba con una escuela primaria, bodegas y la población se desplazaba a otros lugares para trabajar (lima, selva ayacuchana). ¿uchuraccay aislado? solamente en el informe citado.

de ese modo, quedaron constituidas distintas versiones y visiones del pasado reciente. memorias en conflicto, como diría elizabeth jelin. al que quiera leer más, sobre estas distintas visiones, le recomiendo dos textos:

– Del Pino, Ponciano – 2003 “Uchuraccay: memoria y representación de la violencia política en los Andes”, en: Carlos Iván Degregori (editor), Jamás tan cerca arremetió lo lejos. Memoria y violencia política en el Perú, Instituto de Estudios Peruanos / Social Science Research Council, Lima, pp. 49-93.
– Theidon, Kymberly y Enver Quinteros – 2003 “Uchuraccay: la política de la muerte en el Perú”, en Idéele Nº 152. Lima, Febrero.

sendero luminoso, campesinos enfrentados a ellos, fuerzas armadas, lima que construía un otro «arcaico/buen salvaje», políticas equivocadas.

termino el post con un video de manuel rodríguez. niños jugando en quinua, ayacucho. en quechua hasta casi el final, en castellano perfecto.

también:
no olvidemos uchuraccay (desde el tercer piso)

perutags:

Publicado en General

12 comentarios

  1. litio litio

    También ver la saga de posts del Tio Juan sobre Uchuraccay. Notables

  2. que buen post. Nos ayuda a entender, en algo, lo que nos pasó. 

  3. Eliana Eliana

    bueno, duro como la verdad…

  4. Asoniap14 Asoniap14

    Era política de Estado generar el terror para que la población no se adhiriera a SL, los llamados «héroes» asesinaron a niños. Ya había la denuncia y los periodistas fueron a constatar, por eso fueron asesinados, por eso el Gral Noel se murió de miedo al pensar que le iban a descubrir

  5. Anónimo Anónimo

    Siempre en estos casos habrá espacio para la especulación. El problema, quizá, es que no queremos entender que lo ocurrido es más complejo todavía que lo descrito. Por eso, para evitar esa complejidad, preferimos aceptar hipótesis conspiranoicas.

  6. Y seguramente nos vas a contar ese cuento de los militares «los periodistas llegaron a Uchuraccay con una bandera roja» o ese otro de que «los campesinos confundieron las camaras fotograficas con ametralladoras» una total burla y un encubrimiento al General Clemente Noel y al gobierno belaundista, el hecho era claro para la estrategia de guerra contrasubversiva del Estado no convenía ninguna investigación independiente sino mantener el monopolio de la información como arma de guerra, estos (verdaderos) periodistas se atrevieron a trasgredir eso y murieron luchando por informar de manera veraz no como las marionetas que fueron y son los demás

  7. Anónimo Anónimo

    nop. simplemente lo que ha sido registrado en distintos momentos por distintos investigadores. es lo que hay. claro, podemos luego especular lo que sea. mi interpretación y asumo que fue lo más probable, es que era una época de conflicto y enfrentamiento abierto entre SL y los campesinos de la zona y a ese pandemonio es que llegaron los periodistas. claro, puedes no creerlo y puedes siempre apelar a la conspiración. rollo conspirativo donde los campesinos han tenido que ser manipulados (rollo que luego lo recoge la DBA cuando interpreta los conflictos actuales).

  8. Es impresionante cómo nos resistimos a aceptar la evidencia cuando no encaja con nuestros esquemas mentales y posiciones ideológicas. Yo me crei el cuento de las banderas y las cámaras y los campesinos con botas militares. La prensa jugó un papel desastroso pues a falta de pruebas alimentó teorías conspirativas a gusto de cada cliente. Poco hemos aprendido 29 años después.

  9. harry pizarro harry pizarro

    De acuerdo con Robles, no podemos recurrir al simplismo de «es lo que hay» y aceptar finalmente la versión oficial de los hechos sin hablar del verdadero papel de las FFAA en este caso.
    29 años después, ni la comisión MVLL con apenas 30 dias de investigación, ni un proceso judicial cargado de vicios procesales, ni menos el informe de la CVR ha podido aclarar:¿Es creíble que estos 8 periodistas – vestidos con guayabera y sorochados- fueran confundidos con una columna senderista? ¿Es creíble que los campesinos asesinaran forasteros desarmados por el simple hecho que los sinchis dijeran que todo el que llegue por tierra debe ser muerto? afirmar eso y  echar la culpa a el destino, con un novelesco «toda conversación era imposible» ¿no es caer en el mismo prejuicio que se critica?¿Es lógico que se use como coartada la militancia del guía en SL? si fuera eso cierto, ¿cómo se pudo atrever a ir a Uchuraccay?¿Es creíble que el informe de la CVR incluya como cierto que se encontró la famosa «bandera roja», basado en un reporte de las mismas FFAA y policiales?¿no debería extrañar que los cuerpos fueran enterrados y no entregados a las fuerzas del orden, como ocurre en otros casos?¿Por qué no se hizo mayor énfasis en que el dirigente de Uchuraccay era un licenciado del ejército y en identificar a los sinchis que fueron – «casualmente» – antes y después de los hechos a la zona?¿Por qué la CVR hace énfasis en cambio, en que los campesinos habían ingerido licor, cayendo en los mismos estereotipos que critican?¿Es justo llamar «misti» al periodista Morales, y no preguntarse por qué terminó sus dias asesinado por paramilitares?¿Por qué no se toma la política hostil de las FFAA ante el periodismo de izquierda independiente, evidenciado en periodistas desaparecidos y asesinados?¿No es sospechoso que ante la valiente y rápida gestión y presión de La República de llegar cuanto antes al lugar de los hechos el general Noel ya haya ubicado las fosas desde «el aire»?Se afirma que quienes vemos algo mas que una variante de ushanan hampi en el caso Uchuraccay somos iguales a la DBA. Nada mas lejos de la verdad: la DBA siempre ha visto a los campesinos como terroristas en potencia, el rollo de que son «manipulados» es simplemente una máscara para ocultar sus sentimientos.Los que creemos que detrás de los hechos en Uchuraccay fue parte de acciones avaladas y coordinadas por las FFAA no nos basamos en prejuicios, solo que no creemos que las comunidades campesinas eran autómonas en sus acciones, sin el apoyo o la coordinación inclusive con ambos bandos (la CVR acepta que colaboraron tanto con las FFAA como con SL). casi 150 de los comuneros de Uchuraccay fueron víctimas de una guerra en la que ellos eran la carne de cañón, una guerra que la CVR incluso admite en párrafos pero por simple cáculo político a veces se quiere negar o disfrazar con eufemismos. Ocho periodistas fueron a Uchuracccay a buscar la verdad y la encontraron, desgraciadamente. Se que es seductor ser el cronista que cuente la versión final de los hechos pero es peligroso caer en ese juego.Saludos. 

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