
Carlos, apodado por algunos «el loco», es, más allá de las bromas y de las discrepancias, un político de oficio. Como tal tiene un análisis lúcido, descarnado y apasionado. Me acuerdo, antes de su show time como portavoz del humalismo, que en una de las tantas mesas verdes del IEP sobre coyuntura dijo «Señores, creo que se viene una coyuntura complicada y hay que tomar partido, hay que jugársela». Fue franco, directo. Puedes discrepar totalmente sobre por qué lado había que jugársela, pero fue sincero. Eso hay que valorarlo.
Ahora Tapia aparece entrevistado en La República y saca la bola de cristal:
–¿Qué hubiera dicho usted en el lugar de Aprodeh?
–Yo hubiera respondido algo muy similar a lo de Aprodeh. El tema no es el contenido de la carta, sino la oportunidad de enviarla en estos momentos.–¿Hubiera dicho que no vale la pena incluir al MRTA en ninguna lista de organizaciones terroristas porque ya no se manifiesta desde hace una década?
–Sí, claro. Y ojo, la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) dice eso, que el final del MRTA vino después de la toma de la residencia del embajador japonés. Pero con la ofensiva autoritaria que hay en el país también hubiese previsto que esa carta iba a ser interesadamente utilizada.–Los organismos de derechos humanos se desmarcaron rápidamente de Aprodeh.
–Sí, de ser miembro de la Coordinadora de Derechos Humanos, yo hubiera hecho una defensa más consecuente de Aprodeh, más solidaria.
Lo que viene es de clarividente.
Colina está desactivado. Del MRTA, en cambio, se presume que sea un peligro latente.
–No tengo la menor duda de que la próxima semana van a aparecer pintas del MRTA en algún lugar. Te apuesto doble contra sencillo.–¿Cree que el gobierno haría pintas para infundir temor?
–Puede ser. O quizás las haga un emerretista suelto por ahí, que al ver todo este bolondrón piense: ah, caracho, todavía somos importantes. Mientras casi nadie ha dicho palabra sobre las decenas de cadáveres hallados en el cuartel Los Cabitos, seguimos con Aprodeh y el MRTA en un escenario de ofensiva autoritaria gubernamental.
Y así, justito, en el mismo diario, aparece la siguiente nota:
Pintas alusivas a las agrupaciones terroristas Sendero Luminoso (SL) y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) fueron realizadas en el caserío Chilacos Pelados, en Tambogrande, Piura. El canal quedaba ubicado a pocos metros del cuartel del Ejército Peruano, que no cuenta con cerco perimétrico en su construcción, y a la represa de Poechos.
«MRTA Y SL». Dos organizaciones que se enfrentaron incluso entre ellos en la selva peruana. Y justo aparece una pinta que los junta como si fueran una pareja de enamorados (falta el corazón) a pocos metros de un cuartel militar. Sí, claro. Y nadie se dio cuenta. Tapia was right. Y a los militares les falta creatividad y bastante inteligencia.
La próxima, muchachos de uniforme, con más tiempo y calma, ¿ya?
Más: Los parlamentarios europeos y el MRTA en Útero.TV. Si querían saber por qué no incluyeron al MRTA en la lista, la explicación está allí. Genial que casi citen la ley de Godwin contra García (la trivialización del debate al comparar al MRTA con los nazis). Y con el cargamontón contra APRODEH, terminaron dándole la razón a la Soberón. Sorpresas te da la vida.
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[…] Carlos Tapia: “El tema no es el contenido de la carta” […]
Encima SL, como si los yanquis rotularan sus productos con un «U.S. from A of N.» ¿En qué se diferencian los servicios de inteligencia oficiales de los chicha en el Perú?
Carlitos Tapia, te dire, es el que dijo antes del rescate de los rehenes en la emabajada de Japon, que si se usaba la violencia, en el pERU se desataria un baño de sangre. Yo lo escuche y lo recuerdo. Asi que no me sorprenden las idioteces de este chupe de humala….
Claro que el contenido de la carta es lo que ha podrido el animo, y decir esto no tiene nada de alanista, que el gobierno haya aprovechado es otra cosa…so alca…es