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El poder de la forma digital

Fuente: Papel en Blanco

Día de copy and paste (¿no es acaso todo un gran copy and paste? ¿un remix de información?), para relajarnos un poco del escándalo de PerúPetro, en el que estaría metido hasta el Primer Ministro y donde (oh sorpresa), Rómulo León se dio a la fuga en la captura más avisada del siglo. En el blog Reportero de la Historia, aparece una entrevista a Roger Chartier, historiador de la práctica de la escritura (como acto de inscripción sobre un medio físico). Un par de párrafos y recomiendo, como siempre, su lectura completa:

-¿Usted pone mayor énfasis en la historia de los lectores que de los autores de libros? ¿Cuál es la premisa que hay detrás de esta innovación?

«Borges decía que un libro que nadie ha leído no es más que un cubo de papel con hojas. Es la lectura la que da importancia, proyección, existencia a lo que el autor escribió. Pero esto no significa que descarto la importancia de la escritura. Lo importante es seguir la trayectoria de cada texto desde el manuscrito escrito o dictado por el autor hasta las lecturas de los lectores. El proyecto implica subrayar que son múltiples los actores que intervienen en este proceso. Éstos no escriben los libros, porque los libros son el resultado de las elecciones, técnicas, gestos de todos los que hacían un libro impreso entre los siglos XV y XVIII: los copistas del manuscrito, los censores que dan su aprobación, el librero que actúa como editor, el maestro impresor que organiza el trabajo de impresión, los correctores que establecen la copia para la composición, los cajistas o tipógrafos que componen las páginas del libro, los prensistas que imprimen sus hojas… «Todos contribuyen a la producción no sólo de los libros, sino de los textos mismos en su forma gráfica, la que es leída por el lector». […]

-¿Se ha alejado la historia, como relato escrito, del público masivo, o este ha cambiado dramáticamente sus hábitos lectores?

«El éxito de las novelas históricas demuestra que existe un amplio público que busca la representación del pasado en las páginas de los libros, y no sólo sobre las pantallas de la televisión o del cine. La tarea de los historiadores es hacer que el saber del pasado que producen, y que es diferente, o crítico, de las fábulas de ficción y de los reconocimientos de la memoria, pueda estar legible por los lectores que constituyen el público de los ciudadanos. Lo lograron los historiadores que supieron vincular un conocimiento riguroso con una escritura atractiva».

-¿Ve usted en la lectura digital un vehículo de transmisión cultural tan poderoso como fue la lectura en papel impreso?

«Aún más, lo creo, porque es un único aparato, la computadora, que transmite todos los géneros textuales que en el mundo impreso correspondían a diversos objetos (el libro, la revista, el diario, etc.); que permite la articulación entre textos, imágenes y sonido y que es a la vez el soporte de la mirada, de la escucha, de la lectura y de la escritura. El poder de la forma digital de inscripción y transmisión es sin par en la historia de la humanidad. Es lo que la hace fascinante e inquietante, porque implica una profunda transformación de las prácticas de lectura, de las categorías que asociamos con el concepto mismo de obra y de los papeles de las técnicas previas, que son todavía las nuestras: la escritura manuscrita y la publicación impresa. El desafío del presente es lograr una distribución racional y relevante de los usos de estas varias tecnologías que caracterizan hoy en día la creación, la difusión y la apropiación cultural». (Ver entrevista completa).

Encuentro además otra entrevista a Chartier en el diario argentino Clarín donde afirma que:

…las pantallas del presente no son pantallas de imágenes contra los textos, sino que son pantallas que conllevan la multiplicidad de ellos en una forma diferente, que no es más la del libro impreso y que pone al lector ante una nueva situación. Tal vez la más importante radica en la discontinuidad de la lectura frente a la pantalla y también la construcción sobre el monitor de la computadora de conjuntos textuales que son siempre personales, porque es el lector quien decide cómo se verá el texto, con qué tipografías y tamaño lo leerá. Además esto es muy efímero porque van a desaparecer una vez que el lector cambia su página o documento o lo cierra. (La utopía de la biblioteca universal es posible, entrevista a Roger Chartier vía correo electrónico).

También se puede leer:
El mundo como representación (Biblioteca Cholonautas)
La historia entre relato y conocimiento (Traducción de Renán Silva)

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3 comentarios

  1. Felipe Felipe

    ¿para relajarnos un poco del escándalo de PerúPetro, en el que estaría metido hasta el Primer Ministro?. ¿relajarnos?… lo de Chartier, es interesante, pero el país está como está porque ante hechos tan repugnantes, primero la gente se relaja y después se olvida. segunda y última vez q entro a tu blog. adiós morsa. que te vaya bien.

  2. roberto roberto

    Felipe: No todo es denuncia en esta vida. También de historia y reflexión vive el hombre (y la mujer). Saludos

  3. Matías Matías

    Hola Roberto,

    sólo quería decirte que el plantón del lunes en el congreso se ha pasado al jueves 16 (los jueves hay sesion plenario y yo no lo sabía)

    Espero verte por ahí.

    Saludos!
    Matías

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