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A favor de los aumentos a los ministros

 

He leído los argumentos (legales, legalistas) de JAG en Desdeeltercerpiso. Creo que un enfoque así, que anteponga la lectura literal (valga la redundancia) de las leyes, no llega al problema de fondo. Quedarnos en si es legal o no, si se saltaron tal o cual procedimiento es quedarse en las ramas y no llegar al bosque. Veamos.

(Bueno, este debate ocurre medio a destiempo, pero en fin).

1. El sector privado versus el sector público. El argumento para el aumento de 48 horas. Que si fue un error de cálculo político, que si fue irresponsable hacerlo de esta forma y no de otra, que si mayor costo político fue el tirarse para atrás, lo discute mejor Sinesio López. Es más que obvio que el Estado debe contar con cuadros técnicos de primer nivel, y que en buena parte, como bien dice López, el fracaso del «Shock de inversiones» se debe a las políticas de austeridad de García al inicio de su segundo mandato. Claro, no solamente es un problema de sueldos, sino también de percepción de las instituciones (ver comentarios de Martín Tanaka al Latinobarómetro 2008). Los sueldos no lo son todo, pero es la mitad del camino.

2. La misma lógica funciona para cualquier otra parte del sector público. Digamos que las universidades públicas se encuentran en austeridad desde hace décadas. Salvo casos contados, los mejores egresados prefieren incorporarse al sector privado que enseñar en universidades públicas. No existe tampoco una política de re-incorporación de los mejores talentos, aquellos que han realizado doctorados en universidades de primer nivel fuera del país (Argentina, dentro de toda su constante crisis económica, ha logrado un muy buen año de desarrollo científico y tecnológico, con solo el 1% de su PBI dirigido a ese rubro). El aumento de sueldos a los ministros habría abierto un debate importante para discutir la tan postergada homologación de los docentes universitarios, que según ley (pongámonos legalistas) deberían ganar tanto como los magistrados del Poder Judicial. Si, existen problemas mayores dentro de la estructura universitaria, pero el presupuesto es la mitad del camino para cualquier política. Sino, todo queda en buenas intenciones y llamados a la fe o a la «vocación de servicio» (lo cual me suena a ética católica, lo siento).

En fin, la discusión se enfoca que si es legal, si es ilegal, que si son unos comechados, frescos, que si los congresistas deben bajarse los sueldos. Es decir, en lo secundario. Los modos de discutir la política en los tiempos de García.

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Publicado en Política

3 comentarios

  1. A ver, Roberto, para dejar claros algunos puntos:

    1. Como tu, tengo presente el tema de la competencia del sector privado con el sector público y el hecho de que, en términos generales, los más competentes elijan el primero antes que el segundo. Y es cierto también que dar buenas remuneraciones a los trabajadores públicos, sean de la alta burocracia o tecnocracia o quienes nos brindan directamente los servicios básicos como salud, educación, inspecciones laborales o justicia sea algo imperativo.

    En el caso de la educación tengo muy presente que la carencia de recursos, sea en sueldos o para mejora de metodología e investigación es realmente uno de los factores que desmejora la calidad de la misma. De hecho, estoy trabajando con un grupo de expertos en un proyecto de ley universitaria que justamente, entre otras cosas, busca dotar a la universidad (sobre todo, a la publica) de mayores recursos, garantizando, claro está la homologación de sueldos que debe cumplirse.

    2. Ahora bien, creo que la cuestión tampoco se restringe al sueldo. De hecho, desde hace 7 años los jueces en nuestro país ganan bien y son pocos los abogados o egresados de Derecho que han tenido prestigio o buena carrera dentro de la universidad o fuera de ella que han querido acceder al PJ. Aqui hay otro tipo de razones que ver, como la imagen de las instituciones, su funcionamiento y su propia conducta organizacional, que resultan siendo poco estimulantes para dicho ingreso. De hecho, es algo que también deberá evaluarse para atraer a mejores profesionales. Y pasa lo mismo con los sectores básicos del Estado (no así con los vinculados a la economía o a la misma carrera diplomática, que si son vistos con cierto prestigio).

    3. Dicho esto, es necesario que las leyes en el país se cumplan. Si existen normas para homologar los sueldos de los profesores universitarios, pues deben cumplirse y reclamarse por su cumplimiento. Y hay que seguir bregando para que les aumenten a profesores, médicos y etc. No solo las «islas de eficiencia estatales» (como SBS, SUNAT, INDECOPI, etc) deben ser las únicas con empleados y funcionarios bien pagados. En eso estamos de acuerdo.

    4. Coincido en que los altos funcionarios también deben ser bien remunerados. Pero para ello debías elevarle el sueldo a todos, incluyendo a Alan. Por hacer la leguleyada, esto acabo en el sainete en que ha terminado y sin que exista el debate que tu bien reclamas y con razón. De alli lo importante de las reglas y de seguirlas bien. Claro, también hay que mejorar todo el esquema salarial del sector publico y ello implica que se implementen las normas de carrera que ya se trabajaron en el gobierno de Toledo. Pero, como bien sabes, el Ministerio de Trabajo es la última rueda del coche de todos los gobiernos. Una mayor demanda ciudadana por derechos laborales es imperativa.

    Como vemos, ambas cosas van de la mano y se complementan,

  2. roberto roberto

    los puntos 1 y 2, de acuerdo contigo y creo que de eso hablaba con la imagen de las instituciones incluso para aquellos que piensan en trabajar en dicho sector. lo de los puntos 3 y 4, me imagino que es un debate más técnico, de abogados, pero por lo mismo, por lo sectorial del debate no debería ocupar tanto tiempo del debate público.

  3. Amazilia Amazilia

    En cualquier parte del mundo los sueldos del sector privado son mejores que los del sector publico, el trabajo en el sector publico es visto como un servicio y deber civico, obviamente no con un sueldo de hambre pero tampoco se puede esperar que sea uno mayor que el sector privado, lo que desanima mas es la certeza de que a menos de que sea un puesto politico por mas tecnico y brillante que sea no le dejaran cambiar o aportar mucho pues la burocracia e ineficiencia reinan.
    Por otro lado, es terrible como se han descuidado las universidades nacionales en provincias, los sueldos son una miseria pero la homologacion no me parece adecuada si es que no va atada a medidas de productividad y calidad. Los profesores se reparten maestrias y doctorados panetones. Aumentarles el sueldo a estos no va ha solucionar nada.
    En Mexico hay un sistema que me parece bueno en el que todos los profes tienen un sueldo basico pero van aumentando si tienen maestria o doctorado, publicaciones, si tienen investigaciones, si estan afiliados a sociedades cientificas etc y dan bonos por estar en universidades alejadas del DF.

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